Las glándulas anales, también conocidas como glándulas odoríferas o sacos anales, son estructuras ubicadas en la parte inferior del recto de los perros. Aunque son pequeñas y pasan desapercibidas en la mayoría de los casos, estas glándulas desempeñan un papel importante en la salud y el bienestar de nuestros amigos peludos.

Las glándulas anales de los perros tienen la función de producir y secretar una sustancia olorosa y aceitosa que se deposita en las heces. Esta sustancia actúa como una forma de comunicación química entre los perros, permitiéndoles transmitir información sobre su identidad, estado de ánimo y territorio a otros individuos.
Sin embargo, las glándulas anales de los perros pueden presentar algunos problemas. Uno de los problemas más comunes es el bloqueo de estas glándulas. Cuando no se vacían correctamente, la sustancia se acumula y puede volverse espesa y pegajosa, lo que dificulta su liberación. Esto puede causar molestias y dolor en el perro.
Algunos signos de problemas en las glándulas anales incluyen el arrastrar del trasero por el suelo, el lamido excesivo de la zona anal, el olor desagradable, la irritación o enrojecimiento alrededor del ano y la aparición de abscesos o infecciones en la zona. Si notas alguno de estos síntomas, es importante que acudas a un profesional para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado.
El tratamiento de los problemas de las glándulas anales generalmente implica el drenaje manual de las glándulas por parte del profesional. En algunos casos recurrentes o más graves, puede ser necesario realizar un lavado de las glándulas o incluso la extirpación quirúrgica de las mismas.
Para prevenir problemas en las glándulas anales, es recomendable mantener una dieta equilibrada y alta en fibra para evitar heces demasiado blandas o duras, que pueden dificultar el vaciado adecuado de las glándulas. Además, es importante mantener una higiene regular de la zona anal, limpiando suavemente alrededor del ano con agua tibia o toallitas húmedas especiales para perros.
Cómo realizar el vaciado de las glándulas
Mi consejo es que utilice un guante, papel absorbente y toallitas húmedas, para localizarlas coloque sus dedos índice y pulgar a cada lado del ano. Notará entonces la glándula endurecida como una almendrita; apriete tomando cuidado para que no te salpiques, ya que algunas veces el fluido es líquido y otras veces es más sólido.

Para realizar este vaciado se necesita de una habilidad y técnica, si bien hay que decir que las glándulas anales de ciertos perros son más fáciles de vaciar que las de otros.
En resumen, las glándulas anales son estructuras importantes en los perros, aunque a menudo pasan desapercibidas. Es esencial estar atentos a los signos de problemas en estas glándulas y buscar atención veterinaria si es necesario. Mantener una buena higiene y una alimentación adecuada puede ayudar a prevenir complicaciones y asegurar el bienestar de nuestros queridos compañeros caninos.